Un sueño lúcido es un sueño que se caracteriza porque el soñador es consciente de estar soñando. Este tipo de sueño se puede dar de forma espontánea o bien ser inducido por determinadas prácticas y ejercicios. La utilización del adjetivo lúcido como sinónimo de consciente fue introducido en 1867 por el escritor, sinólogo y especialista en sueños francés Léon d'Hervey de Saint-Denys, en su obra Los sueños y cómo controlarlos (en francés Rêves et les moyens de les diriger). La mayoría de los sueños lúcidos suceden en la etapa de sueño paradójico y mediante un proceso fortuito o desencadenado mediante el aprendizaje. La consciencia de soñar le da a al soñador la posibilidad de controlar deliberadamente, no sólo sus acciones, sino también el contenido y desarrollo de los sueños. La capacidad de reconocer y controlar los estados oníricos se menciona en textos budistas del siglo VII. En Occidente se ha estudiado el fenómeno en condiciones de laboratorio desde finales de los años 1970.
Algunos sueños son de los llamados «de satisfacción de deseos», de fantasía o de entretenimiento. No portan mensajes profundos, ni significados ocultos, ni profecías del futuro. Son creados por nuestros deseos y nuestras esperanzas. La información que procede del cine, de la televisión, de los libros y de las revistas también puede integrarse en los sueños naturales. Estos sueños pueden resultar interesantes, pero tienen poca sustancia.
Sueños videnciales
Sueños videnciales
Los sueños videnciales son aquellos que presentan información sobre sucesos futuros, procedentes de fuentes todavía inex-plicadas. Estos mensajes no se reciben a través de ninguno de los cinco sentidos «normales», sino a través de la mente subconsciente (videncial). Dichos sueños son bastante comunes entre las personas de todas las razas, religiones y niveles culturales. Los tienen personas de todas las edades. Uno de los sueños videnciales más famosos de la historia de los Estados Unidos lo tuvo Abraham Lincoln. Una noche, dormido en su cama, soñó con su próxima muerte. Poco después de este incidente desazonador, fue al teatro donde sería asesinado.
Sueños telepáticos
Los sueños telepáticos podrían explicar, en parte, los sueños videnciales. Los mensajes de pensamiento enviados por un pariente moribundo o por un amigo en peligro podrían desencadenar sueños. Todavía queda mucho por estudiar.
La posibilidad de que existieran los sueños que nosotros llamaríamos «telepáticos» fue expresada por el científico griego Demócrito, que escribió que los sueños podían deberse a «emanaciones» de otras personas u objetos que se introdujesen en la conciencia durante el reposo. Los no científicos todavía tienen un gran respeto por esta teoría, aunque suelen limitarla a la penetración en los pensamientos de otra persona durante el reposo. Comentaremos, de paso, que algunos estudios han indicado que de las personas que afirman haber vivido una experiencia de telepatía, entre un 60 y un 70 por 100 la tuvieron en un sueño.
Los sueños de proyección astral
Los sueños de proyección astral
La mayoría de las culturas antiguas consideraban que el reposo era un periodo en que el alma humana se liberaba temporalmente del cuerpo. En el reposo, el alma vagaba, explorando este mundo y otros, reuniéndose con deidades y con otras almas humanas. Este concepto antiguo se llama hoy día «proyección astral». Algunas personas opinan que ciertos sueños pueden ser recuerdos de proyecciones astrales controladas inconscientemente. Estos sueños suelen estar cargados de ficciones, pues vemos lo que queremos ver en la esfera astral.
Sueños divinos
Sueños divinos
Son los otorgados por la deidad o deidades personales del soñador. Siempre se han asociado los sueños con la espiritualidad. El reposo es el momento ideal para que nuestras deidades nos den a conocer Su presencia y nos ofrezcan consuelo u orientación. La mente escéptica está acallada. El cuerpo está inmóvil. La mente subconsciente está en la plenitud de su funcionamiento, y, por lo tanto, puede recibir con facilidad mensajes de la divinidad.
Los sueños inspirados por la divinidad son algo más que simples reliquias de las religiones paganas. Los primeros cristianos reconocían que Dios podía inspirar sueños. Orígenes, San Agustín, Santo Tomás de Aquino y muchas otras figuras del cristianismo antiguo escribieron en sus obras que la interpretación del futuro a través de los sueños no era ilícita espiritualmente, pues Dios instruía a los seres humanos a través de los sueños. La Biblia está llena de descripciones de sueños divinos.
Los sueños inspirados por la divinidad son algo más que simples reliquias de las religiones paganas. Los primeros cristianos reconocían que Dios podía inspirar sueños. Orígenes, San Agustín, Santo Tomás de Aquino y muchas otras figuras del cristianismo antiguo escribieron en sus obras que la interpretación del futuro a través de los sueños no era ilícita espiritualmente, pues Dios instruía a los seres humanos a través de los sueños. La Biblia está llena de descripciones de sueños divinos.
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